miércoles, 7 de noviembre de 2007

Más contento que un crío con zapatos nuevos

"Así estoy yo..." Dice la canción

A los dos días de aparecer en la red Ubuntu Gutsy decidí que mi paso por Guadalinex era historia. No desdeño esta distribución ni mucho menos, al contrario, me parece magnífica, pero preferí lanzarme a la piscina y experimentar de nuevo esa desazón que produce la inseguridad de pasar de nuevo por el proceso de instalación de todo sistema operativo (No por el sistema en sí, sino por mí mismo, que soy así de agonías)

Lo instalé en el ordenador sin ningún problema. En unos días lo tenía arregladito, a la imagen y semejanza del Guadalinex con el que había estado trabajando desde hacía año y medio o más.

Pero hete aquí que ya llevaba yo tiempo buscando un lugar donde comprar otro ordenador nuevo y dejar el viejo para los peques. Lo hice en PCBox porque allí me permitían, aparte de escoger las piezas, decidir si quería o no un Sistema Operativo. Me llamaron la semana pasada, antes del puente de Todos los Santos, y me fui raudo y veloz a buscarlo.

Lo instalé en la misma tienda con mi CD de Ubuntu. Lo actualicé allí mismo y le di soporte para idiomas desde allí mismo (Ya que me habían cobrado por montarme el equipo, tampoco les costaba nada que me conectase y pusiera mi equipo a tono)

Tuve problemas con la tarjeta gráfica, una NVIDIA, porque estaba floja y un cable no le dejaba hacer buen contacto. Arreglado.

Tuve problemas con el sonido. Resulta que como le puse una Audigy y la placa lleva otra tarjeta de sonido integrada, Ubuntu reconocía ambas, pero le daba preferencia a una u otra según le venía en gana. De esa manera, a veces, al arrancar, el sonido funcionaba, a veces no. Solucionado gracias a los foros de Ubuntu, diciéndole a ALSA cual de las dos debía ser la predeterminada siempre.

Los efectos de escritorio del Compiz-fusión son una pasada. Y eso que no me gusta recargarlo, pero ya han pasado por casa un par de amiguetes y al ver que las ventanas se cierran entre una nube de fuego me han preguntado ¿Y eso?

¡Linux, que tiene estas cosas!

O sea, que estoy más contento que un niño con zapatos nuevos.