Digo otra, porque comentarios estos días sobre el tema los hay a porrillo. Unos en contra y otros a favor.
Veamos el mío.
Aborto ha habido siempre. Desde el principio de los tiempos la mujer ha tratado de zafarse de algo no deseado, como podía ser un niño engendrado en un momento inoportuno. Se han utilizado muchos métodos para conseguirlo; unos con más éxito, otros con más peligro para la embarazada, pero abortos y métodos para hacerlo ha habido siempre. Otra cosa es que fuese o no legal hacerlo. Que quien fuere pillada en esos trances (Si sobrevivía) fuese o no a prisión.
Y ese es el debate, señores. En momentos en que en este país era ilegal abortar, había gente que aprovechaba su buena situación económica para deshacerse del problema durante unos días de vacaciones en el extranjero. Eso lo sabemos todos, pero también había quien se iba a pasar el embarazo fuera y luego volvía con un niño, o con un sobrino, adoptado porque su conciencia les impedía abortar y preferían tenerlo y decir que no era suyo, que estaban criando al niño de otra...
Y llegó un momento en que es España ya no se iba a la cárcel por abortar... siempre que se hiciese según unas reglas. Los pobres (Los que no podían ir al extranjero) que querían abortar ya disponían de un modo, los otros siempre lo habían tenido.
Los que no querían abortar porque iba contra sus creencias pudieron seguir haciéndolo y nadie les llevó a la cárcel por decir que estaban adoptando un niño que en realidad era suyo. (Aunque en realidad nos la pelaba si era suyo o no, allá ella)
Pues bien, señores, ahora simplemente el gobierno está cambiando las reglas por las cuales se dicta si una puede o no abortar sin ir a prisión.
Los que nunca quisieron abortar podrán seguir sin hacerlo; pero habrá otros a los que antes la ley les ponía ciertas condiciones y ahora les pone otras. Quizá más relajadas, más suaves, quizá más extensas, pero simplemente estamos cambiando las reglas que regulan cuando uno puede ir a prisión o no en caso de que decida abortar.
Todo lo demás son pamplinas religiosas, porque hoy en día se sabe de gente que comulgaba los domingos mientras su hija abortaba en Inglaterra y rezaba porque volviese sana y salva del trance.
Seamos coherentes.
Veamos el mío.
Aborto ha habido siempre. Desde el principio de los tiempos la mujer ha tratado de zafarse de algo no deseado, como podía ser un niño engendrado en un momento inoportuno. Se han utilizado muchos métodos para conseguirlo; unos con más éxito, otros con más peligro para la embarazada, pero abortos y métodos para hacerlo ha habido siempre. Otra cosa es que fuese o no legal hacerlo. Que quien fuere pillada en esos trances (Si sobrevivía) fuese o no a prisión.
Y ese es el debate, señores. En momentos en que en este país era ilegal abortar, había gente que aprovechaba su buena situación económica para deshacerse del problema durante unos días de vacaciones en el extranjero. Eso lo sabemos todos, pero también había quien se iba a pasar el embarazo fuera y luego volvía con un niño, o con un sobrino, adoptado porque su conciencia les impedía abortar y preferían tenerlo y decir que no era suyo, que estaban criando al niño de otra...
Y llegó un momento en que es España ya no se iba a la cárcel por abortar... siempre que se hiciese según unas reglas. Los pobres (Los que no podían ir al extranjero) que querían abortar ya disponían de un modo, los otros siempre lo habían tenido.
Los que no querían abortar porque iba contra sus creencias pudieron seguir haciéndolo y nadie les llevó a la cárcel por decir que estaban adoptando un niño que en realidad era suyo. (Aunque en realidad nos la pelaba si era suyo o no, allá ella)
Pues bien, señores, ahora simplemente el gobierno está cambiando las reglas por las cuales se dicta si una puede o no abortar sin ir a prisión.
Los que nunca quisieron abortar podrán seguir sin hacerlo; pero habrá otros a los que antes la ley les ponía ciertas condiciones y ahora les pone otras. Quizá más relajadas, más suaves, quizá más extensas, pero simplemente estamos cambiando las reglas que regulan cuando uno puede ir a prisión o no en caso de que decida abortar.
Todo lo demás son pamplinas religiosas, porque hoy en día se sabe de gente que comulgaba los domingos mientras su hija abortaba en Inglaterra y rezaba porque volviese sana y salva del trance.
Seamos coherentes.