Hace poco se hablaba en los medios sobre la conveniencia o no de permitir que una alumna de un colegio pudiese asistir a clase vestida con un pañuelo que le cubriese la cabeza, algo que parece ser típico de los países islámicos.
Desde mi punto de vista, mientras se le pueda identificar claramente (O sea, que no estoy de acuerdo con que se lleve la cara tapada con un velo porque por otras razones un alumno podría ir a clase con un antifaz del zorro) un alumno puede ir vestido como le de la real gana. Obviamente, sin traspasar las fronteras del decoro.
Si prohibimos ir tapado hasta las orejas, prohibamos también ir desnudo hasta las nalgas ¡Que hay cada minifalda por ahí que ya ya...! Y ambas cosas son cuestión de cultura, que no de religión.
Lo mismo tiene derecho un musulmán a decir "Alá es grande" que un católico a decir "Vaya con Dios". Lo mismo un cristiano a llevar una cruz de palmo y medio y un escapulario que un musulmán, budista o lo que sea a llevar una imagen de su dios (Bueno, tengo entendido que el Corán prohíbe las imágenes de lo sagrado, pero debe haber otros símbolos parecidos en esa religión, digo yo)
Sin embargo hay cosas con las que no transijo: Lo de preparar menús diferentes en el comedor de un colegio público por el hecho de que un musulmán no coma carne de cerdo.
Vamos a ver, si el menú contiene algo que uno, por el motivo que sea no quiere comer, pues no lo come y ya está, pero de ahí a exigir un menú "especial" por motivos religiosos...
Si en cuaresma se programa para un viernes "filete de cerdo a la riojana" y mi religión me prohíbe comer carne los viernes de cuaresma, pues me aguanto y no como, pero no exijo que me preparen una lubina al horno.
miércoles, 17 de octubre de 2007
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