Acaba de empezar el año y todo sigue igual. No es que esperase un milagro pero, a parte de los resfriados familiares y del resacón de ayer (Bueno si se puede llamar resacón, porque no salí de marcha como la mayoría. Me acosté tarde y los niños me despertaron temprano).
Bueno, pues es ya día dos de enero y no parece que el mundo haya cambiado mucho. Al menos los israelíes siguen dando caña en Palestina y los de Hamás sin dar el brazo a torcer.
Bueno, pues es ya día dos de enero y no parece que el mundo haya cambiado mucho. Al menos los israelíes siguen dando caña en Palestina y los de Hamás sin dar el brazo a torcer.
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